Resulta que sentir amor por una persona no significa necesariamente estar enamorada de ella. Y una persona enamorada debe sentir necesariamente amor...
Luego, una vez descifras este enigma, resulta que los científicos explican que el amor -yo siempre he creído que era un sentimiento muy profundo- es un mecanismo fisiológico, adulterado por la
dopamina en nuestro cerebro, que nos engaña inyectándonos cantidades ingentes de esta "droga del amor" cada vez que vemos a nuestra pareja o a la posible persona que nos mantendrá inmortales por el método de la reproducción... Y está demostrado que el fin por el que ha evolucionado el amor, no es otro que el de perpetuar la especie; aunque luego algunos la perpetúen más que otros... Y claro está, que este método de perpetuación ha funcionado eficientemente hasta nuestros días; no nos hemos extinguido.
Total, que el fruto muchas investigaciones científicas nos llevan a la siguiente conclusión: "el amor no es un sentimiento tan profundo como pensábamos, y sin la
dopamina -que es una sustancia que está directamente involucrada en la adicción a ciertas drogas de exceso- el amor no subsistiría más de lo que le dura a
Dinio un
Whisky en la mano".
Por otra parte, el amor necesita un mantenimiento -esto sí que lo sabemos- pero lo que necesita es ver, tocar, oír a la otra persona, para generar esta sustancia y así seguir sintiendo amor (nos engancha a esa persona). Por lo tanto, el romanticismo de novela rosa de amar en la distancia, ha caído por su propio peso; amar en la distancia sólo trae dolores de cabeza o nuevas relaciones amorosas. Si bien es verdad, que la separación en el amor duele, genera este dolor por la falta de
dopamina en nuestro organismo -como el mono en un
yonki-, incrementado además por la ruptura de la planificación hecha por la pareja para el futuro, dirigida totalmente, y a veces inconscientemente, hacia la reproducción y continuación de la especie.
Estudios científicos indican que la duración del sentimiento de amor a nivel mundial es de 3,8 años de media; a partir de este momento el amor se deja de sentir o se transforma en otros sentimientos, como cariño, amistad, etc. Tiempo más que suficiente para: planificar el futuro, comprar una casa y tener descendencia; que es el fin real, y a veces doloroso, para el que se creó el amor... la permanencia en este mundo a través de la descendencia. La inmortalidad.
Un abrazo para Eduard
Punset, que no nos da respuestas pero nos indica hacia donde mirar.