¿Qué insulto te ofende más?

garfield sin garfield

garfield sin garfield

miércoles, 10 de diciembre de 2008

amante o amado

Para mí, uno de los escritores españoles que más saben de amor es Antonio Gala. Él tiene un conocimiento profundo de lo que es en realidad el amor, y de las diferentes formas que hay de sentirlo.

Hace unos días tuve otra conversación sobre lo que es ser amante y amado –términos que llegué a conocer gracias a Gala-. Nunca me había puesto a pensar en estos dos roles del amor; y realmente no hay más… Solo amantes y amados.

El “amante” es el que necesita amar por encima de todo, necesita sentir que muere de amor por la otra persona, y seguiría amando aunque la otra persona no le amara en realidad… El “amado” es el que necesita sentir el amor del otro por encima de todo, incluso por encima de sus sentimientos; el “amado” puede tener una relación igual de llena que la del “amante” sin llegar a amar a la otra persona, solo necesita que la amen.

En estas dos posiciones no tenemos una mejor que otra… Simplemente tenemos dos formas de sentir el amor en una relación. Cualquiera de las dos es válida. Cualquiera de las dos puede hacer que una relación funcione al cien por cien.

También, nuestro Gala, nos comenta que en la vida se puede amar profundamente a una persona, muy pocas veces en la vida. El amor verdadero se puede sentir una o dos veces en la vida, y que hay personas con mucha suerte que pueden llegar a sentirlo en tres ocasiones. Por otro lado hay muchas que jamás lo sentirán… Y quien diga que ha amado de verdad y profundamente a más de cuatro personas en su vida es un mentiroso, o no conoce ni conocerá el amor.

Yo, por el momento, me siento afortunado porque ya lo sentí hace tiempo… y ahora está empezando otra vez. Creo que la sensación de vértigo y felicidad es un síntoma inequívoco de la llegada del amor. La dopamina vuelve a circular caóticamente por mi cerebro, y empiezo a necesitarla diariamente.

jueves, 9 de octubre de 2008

el mineralismo ha llegado


La fusión entre mi cuerpo y la roca volcánica ha llegado… estoy perplejo con la facilidad de esta unión. No es difícil acostumbrarse al eterno verano, al océano azul turquesa bañando la arena tosca, negra y ardiente de las Islas. Tampoco es difícil acostumbrarse a un horario burgués, ni a conocer a multitud de personas diariamente, ni a entablar nuevas amistades, ni a descubrir África a cada paso.

Nunca he tenido dificultad en adaptarme a sitios desconocidos, aunque siempre hubo personas conocidas a mi alrededor... He confirmado, en dos semanas que llevo aquí, que no soy de ningún lugar en concreto; no me siento especialmente unido al lugar en que nací, ni al lugar en que decido vivir. Únicamente me siento unido a las personas que amo.

No tengo nada que decir, por este motivo no escribo más a menudo… Solamente puedo decir que la felicidad vive cerca de este paraíso. No hay tierra más añorada que la no conocida, o la que a la fuerza te arrancan del corazón.

martes, 9 de septiembre de 2008

la teoría del caos



Todo tiende al desorden y al caos en el universo. Hasta ahí estamos de acuerdo, pero... ¿por qué coño pasa esto?

Ya hace algún tiempo leí algo sobre el tema. Hay una teoría, la Teoría del Caos que hizo un tal Edward Lorenz meteorólogo que falleció hace pocos meses. Y utiliza el término CAOS para referirse a un conjunto de procesos o fenómenos que "parecen" comportarse de acuerdo con el azar aunque, de hecho, su desarrollo esté determinado por leyes bien precisas; además nos comentó "el efecto mariposa" cuyo constante aleteo podía causar terribles tornados en la otra parte del mundo.

He pensado todo esto y creo que esto tío sabe de lo que habla, tiene mucha razón, pero vamos a intentar extrapolar la teoría del caos (que utilizan matemáticos, físicos, químicos y meteorólogos) hacia nuestra vida terrenal.

Por ejemplo: si voy apagando cigarrillos en el cenicero, estos no se quedan ordenados en fila en un lado y la ceniza amontonadita en el otro. Se queda todo desordenado en un burruño de cigarros amontonados y mezclados con ceniza que me obliga a levantarme y vaciar el cenicero más a menudo que si se mantuviera ordenado, con el consiguiente gasto de energía y pérdida de tiempo (que ya hablaremos tú y yo de "el tiempo" (horas, minutos y segundos) ahora los científicos dicen que no existe, que es una sensación o algo parecido. Para flipar). Y cuando voy a la cocina a vaciar mi cenicero, el contenido de la bolsa de basura no está ordenado tampoco (claro, nadie ordena el contenido de una bolsa de basura; se queda desordenada por si misma y nunca al contrario). Entonces me quedo pensando un rato y me digo: -Es verdad, todo tiende al desorden y al caos, como la botella que se cayó anoche cenando; se desparramó todo el vino por la mesa, y nunca ocurre al revés.

Entonces, ¿por qué un edificio no tiende ni al desorden ni al caos y está perfectamente estructurado? ¿Por qué no se desmorona? - Vale, esta teoría no se aplicaría si alguien interfiere en el asunto... Ejemplo: mi coche no tiende al caos o al desorden porque yo guardo cada cosa en su sitio y lo aspiro de vez en cuando... Pero unos días más tarde (si paso totalmente), ya tenemos el desorden y, a veces, el caos.

Un ejemplo facilísimo de entender es cuando reunimos a 100 personas en una plaza... Una vez han llegado todos, nos situamos en una terraza (para tener una vista aérea de la zona). Observamos que están totalmente desordenados, se forman ciertos corros al azar e incluso algunos se están peleando al fondo.... Pero si reunimos a 100 militares convocados por su capitán, estos quedarán perfectamente alineados y formados. Es decir: todo tiende al desorden y al caos menos cuando alguien intenta controlarlo o encauzarlo de cierta forma.

Hay muchos investigadores que dedican su vida entera a desmarañar el comportamiento caótico, en cualquier rama de la ciencia, para poder predecirlo mediante una fórmula. Y sigo pensando que los señores de la ciencia tienen razón: los fluidos como la sangre, los gases como el oxígeno, tienen un comportamiento realmente caótico; pero... (y este "pero" realmente me desconcierta) el cuerpo humano no tiende al caos ni al desorden, al contrario, tiende hacia un orden especialmente complicado, y por muchas variables que interfieran en el desarrollo, podremos predecir casi a ciencia cierta el futuro aspecto de esta persona. Lo difícil que es unir célula con célula, tejido con tejido, músculo a músculo (algunos más y otros menos), órgano a órgano, para llegar a edificar una complejidad suprema y simétrica como es el cuerpo humano (o cualquier vida en este planeta). Esta teoría se pierde aquí. En este ejemplo que acabo de exponer, el desarrollo de una vida, nadie interfiere de ninguna manera y nadie intenta controlarla o encauzarla de cierta forma... ¿O sí?

¿adónde van los besos que no damos?


Después de dar muchas vueltas, he llegado a la conclusión de que es una pregunta demasiado complicada para mí. Algo que no se ha materializado, algo que no es tangible y que solamente puedo sentir, no puedo imaginármelo en un espacio determinado. Quizás por este motivo he tenido que leer a mi amiga Ilu, que buscó en la poesía una respuesta, además de la pregunta...

Algo que sí puedo decir, es que se transforman. Se transforman en frustración, en decepción, en alivio, en miedo, en odio; pero la mayoría de veces te rompen el corazón. Y también es verdad que si el beso que no has dado pudieras llevarlo a cabo, no sería el mismo; sería más intenso, o quizás apresurado. Incluso podría ser un beso fingido; puesto que por algún motivo no lo diste o no te lo devolvieron.

Pero debemos empezar por el principio. Para saber adonde van, hay que saber de donde vienen... Para mí los besos salen del corazón. Él los envía hacia el exterior como una señal amorosa o amistosa -y creo que vamos acercándonos, poco a poco, a la contestación de la pregunta planteada-. El corazón tiene mucho que ver en esto. Él puede guardar un montón de besos, y además tengo la impresión de que él nos obliga a darlos. Sin él no hay beso; puesto que un beso sin amor deja de ser un beso, para convertirse en un gesto.

Pero la pregunta es adónde van los besos que no damos, y me temo que sí, que van directos al corazón. El corazón crea un beso -o varios- cada cierto tiempo. Inmediatamente lo envía a los labios, y una vez allí se tiene que materializar. Nuestro corazón no está capacitado para que se lo devuelvan sin haberlo dado; nada más llega de vuelta, puede romperse en mil pedazos. Y cuantos más besos no dados tengas, más fracturado tendrás el corazón.

Sí mi amiga Ilu. Están allí; en el corazón. En el motor de la vida, porque la vida es amor...

sábado, 6 de septiembre de 2008

¿adónde van los archivos que eliminamos de nuestro ordenador?

Los que usamos estas máquinas sabemos que actualmente, casi todas, poseen un disco duro o hard disc (que ya tiene que ser "duro" para que se lo pongan en el nombre; porque el hierro también es duro y no lo llamamos "hierro duro"; lo lógico sería llamarlo disco interno o algo parecido. Pero esto es otro tema). Este disco almacena toda clase de información necesaria para que el equipo funcione, y además todos los documentos (texto, fotografías) que decidimos acumular en él.

Un domingo por la mañana nos proponemos hacer "limpieza electrónica" de algunos de estos archivos, y nos situamos con el cursor en el nombre, apretamos el botón derecho del ratón, pulsamos eliminar... y van directos a la papelera de reciclaje. Nos situamos en la papelera de reciclaje y pulsamos "vaciar papelera de reciclaje". Ya los tenemos "totalmente" eliminados de nuestro ordenador.

Yo cuando decido deshacerme de documentos físicos, los rompo en trocitos, los tiro a la basura y puedo ver como se los lleva el camión, que la recoge para el reciclaje o para amontonarlos en inmensos vertederos para después incinerarlos. De esta manera sé cierto donde van, o en que se transformarán; si los incineran se transforman en energía, en calor, y después en ceniza; si se reciclan se transformarán en un nuevo papel de color más oscuro.

Pero... ¿Adónde van los datos que eliminamos de nuestro ordenador? ¿Se evaporan? En algún lugar tienen que estar los residuos de estos archivos... ¿En qué se han transformado? En el disco duro no están, puesto que después de la eliminación nos queda el espacio libre en bytes que ocupaban. Y la papelera de reciclaje la vacío de vez en cuando pero de una manera virtual. ¿Dónde narices están? ¿Han subido al Cielo de los archivos informáticos?

Bueno, he estado borrando algunos archivos y justo en el preciso momento en que los elimino oigo un rasgueo en el disco duro; como un ligero ¡rag, rag! Y se enciende la luz roja de la torre que indica que el disco duro está escribiendo, borrando o leyendo. A partir de esto puedo deducir que la eliminación de archivos provoca un calentamiento del disco duro (los archivos se transforman en calor), pero he abierto la torre y no veo residuos de ninguna clase. Entonces ¿se han transformado simplemente en calor? No puede ser, tienen que dejar residuos de algún tipo...

Más adelante, cuando cambie el disco duro o renueve mi equipo, desarmaré totalmente el disco duro y buscaré en su interior los residuos de mis textos, de las fotografías, de las canciones duplicadas, de los antiguos trabajos, de los programas obsoletos, del spam de mi correo y de los pdf's que ya leí. Tienen que estar ahí; es el único sitio que me queda por mirar.

jueves, 4 de septiembre de 2008

el estrés: la enfermedad del siglo XXI


El estrés no es una enfermedad, nosotros -los humanos- lo convertimos en enfermedad.

Resulta que nuestro cerebro - y el de muchos seres vivos- posee un método para poner en alerta a nuestro organismo en situaciones de estrés, como por ejemplo el ataque de un animal carnívoro que pretende devorarnos o herirnos. Este mecanismo hace que nuestro corazón bombee mucho más rápido, como si estuviésemos corriendo; pone más sangre en los músculos, oxigena el organismo, segrega sustancias que nos quitan el sueño, el cansancio, el hambre. Nos activa todo el cuerpo listo para el enfrentamiento o la huída, preparados para devorar o luchar; incluso paraliza la digestión de los alimentos ingeridos hace poco tiempo (algunos animales evacuan en una situación de estrés para aligerar la huída o el ataque). Nos dispone en un estado de máxima alerta.

El estrés es beneficioso cuando realmente estamos viviendo una situación estresante y presente; cuando pase, nuestro estrés irá disminuyendo (ya ha acabado, no hay porque preocuparse, ya no hace falta la máxima alerta).

Entonces, ¿cuál es el problema? ¿si es un mecanismo de alerta, por qué nos enferma? Bien, el problema está en que nosotros no esperamos a que el peligro sea real y presente. El ser humano es el único animal que es capaz de estresarse simplemente imaginando una situación que todavía no ha empezado; y así puede vivir meses y meses sin que nunca llegue a pasar, pero todos los días pensamos que sucederá mañana, prolongando el estrés en el tiempo. La enfermedad nos invade cuando mantenemos esta situación de alerta máxima en nuestro organismo más tiempo del necesario. Una persona no puede aguantar una presión sanguínea tan alta, durante tanto tiempo, sin sufrir las consecuencias. Los órganos se desgastan a una velocidad vertiginosa. Nuestro sistema inmunitario se debilita...

Un día nos sentamos a pensar qué pasaría si a algún familiar cercano le ocurriera una desgracia... y aún no ha ocurrido, pero simplemente imaginándolo podemos llegar a sentir miedo, tristeza, podemos incluso emocionarnos y llorar; pero todavía no hay razón para preocuparse. Es nuestra increíble capacidad para la imaginación (somos el único animal capaz de imaginar) la que no va acorde con nuestros instintos más remotos. Hay una porción de nuestro cerebro que ha evolucionado a mucha más velocidad que la parte más primitiva; la que estaba ahí antes de que surgiera el primer homo sapiens. Esta situación provoca los conflictos entre el instinto primitivo y la imaginación.

Actualmente, y afortunadamente, ya no nos estresamos por el ataque de un carnívoro; en la sociedad presente, por ejemplo, nos provoca estrés el quedarnos sin trabajo (aunque estemos trabajando), o no poder pagar la hipoteca (aunque la llevemos al día), incluso delegar responsabilidades dentro de nuestra empresa (debo hacer yo el trabajo porque nadie lo hará mejor que yo). Esto, sentir miedo por lo que todavía no sucedió y quizás nunca suceda, nos provoca un estrés sin causa real y por consiguiente la enfermedad del siglo XXI. Entonces vivir la vida día a día, y no pensar demasiado en lo que podría pasar, nos evitará preocuparnos sin motivo. El futuro es algo incierto, no es real, ¿por qué angustiarnos por él?

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Musik pour the ratas





Un recuerdo para Glamour to kill y su Clon Fashion.

Clone fashion

Sube, dolly, arriba, conmigo
A hacer un poco, la cabra (oh dolly)
Te explico, eres un clón (clone fashion)
Si, escucha,
No tienes padres, estás más sola que yo.
Oh dolly (clone fashion)
Copiada, fotocopiada, oh, dolly (clone fashion)
Creada a semejanza (clone fashion)
Del mejor impostor.
Apuntate al club de clóns.
Ahora, se lleva ser un clón, oh dolly
Si, eres un clón.
Estudiada, maltratada, analizada
Y torturada por un clón, oh, dolly,
Prostituta del sistema, no entiendes,
Eres un clón, si, una top model artificial, artificiera
Déjala tranquila que se pone hecha una fiera.
Oh, dolly, clone (clone fashion), club de clóns (clone fashion)
Clone fashion , fetish clone, apúntate (clone fashion)
Hazte el payaso, por ser un clón
Oh, dolly, eres un clón
Estudiada, maltratada, torturada
Y analizada por un clón
Dolly, parece mentira
Que no sepas que eres un clón
Oh, dolly, si eres un clón (clone fashion)
Prostituta del sistema (clone fashion)
Eres un clón
Estudiada, fotocopiada, analizada
Eres un clón
Torturada, y fotocopiada por un clón
Si, dolly, no me río,
¿O acaso tengo monos en la cara?
¿O soy un clón?, oh, dolly
soy un clón
Analizado, y estudiado, y torturado
Fotocopiado como tú.
No existes. No existo
Oh, dolly
Club de clóns, apúntate, al club de clóns

Ahora se lleva ser un clón (clone fashion).

sábado, 30 de agosto de 2008

magnífica forma de describir a un etarra


Aprovechando la salida de la cárcel de un gilipollas como Otegi, transcribo y suscribo el artículo "G + H= etarra" publicado en la edición impresa de El País el día 11-01-07, por Maruja Torres, posando en Beirut arriba en la fotografía:

"Deberíais abochornaros. Sois los terroristas más lerdos del mundo, y mira que hay dónde elegir. Yo había puesto el listón de la cretinez en aquel barbudo que le hacía la pelota a Bin Laden poco después del 11-S, contándole que su señora esposa había tenido un sueño premonitorio en el que veía los atentados a las Torres Gemelas. Pero esta historia de que seguís con la tregua mientras asesináis y, sobre todo, eso de que vuestra intención no era la de matar, como si los explosivos pudieran utilizarse también y únicamente para la depilación en seco, bien, todo ello reduce vuestro espectro encefálico a niveles prejurásicos, en relación con cualquier antecedente de cualquier calaña internacional y de cualquier hemisferio. Sois de una estulticia rayana en lo teo-ilógico: estáis embarazados pero sois vírgenes porque ha venido un angelito y etcétera, etcétera. Deberíais avergonzaros de hacer así el ridículo si no fuera porque, previamente, habéis cometido el crimen que nos impide trataros sólo como lo que también sois: una banda de capullos."

"Pero sois unos asesinos. Posiblemente los asesinos más malos e idiotas del planeta. Qué coño una nación para vosotros. No servís ni para ilustrar una historieta. Qué sería de esas mentes vuestras privilegiadas sin explosivos, sin pistolas, sin balas, sin robar coches, sin anónimos, sin ejercer la extorsión, sin amedrentar y sin los bichos de Batasuna y otras garrapatas afines. Claro que tenéis que vivir del cuento nacionalista. Andaríais frescos si os vierais obligados, como los seres humanos normales (es decir, humanos), a ejercer un oficio, estudiar una carrera y no digo ya desarrollar una tesis o hacer oposiciones. Matar obreros, jueces, guardias civiles, políticos, periodistas, catedráticos: eso os da de comer. La maldad. El resto de vuestra capacidad cerebral da lo justo para aguantar la capucha."

"No sé por qué los científicos británicos se ufanan de querer inventar un híbrido de humano y animal para sus investigaciones. Aquí ya lo hemos logrado. Es un cruce entre gilipollas y hiena, y responde a la denominación de etarra."

"Pero no quiero acabar sin pedir perdón por esta columna a los gilipollas no violentos y a las hienas."

viernes, 29 de agosto de 2008

tengo que aprender a interpretar los sueños



Estoy en la azotea de mi urbanización, tiene diez pisos de altura y apenas algún edificio en la zona sobrepasa mi cabeza. La noche ha entrado completamente y la luna refleja en las aguas tranquilas del puerto una tenue luz. No hay nada por las calles. Observo a mi alrededor, inquieto, buscando una salida rápida y decisiva a este malestar que oprime sin piedad mi garganta. No logro ver quien hay detrás de mí. Me giro para intentar ver algo, pero la luz de un foco del edificio contiguo me ciega. No puedo moverme, todo está oscuro, las piernas no responden; estoy literalmente unido al suelo y no veo los pies. Mis piernas tienen su final en los tobillos, y a continuación una sombra difusa unida a dos azulejos de color marrón rojizo. Tengo la sensación de estar cosido al suelo.

- Tienes que tranquilizarte. Piensa, piensa - Me digo a mi mismo, moviendo los labios sin sonido. - ¡No puedo gritar, no puedo gritar! - Me repito intentándolo de nuevo. No sale ni una palabra, simplemente un gemido ahogado y áspero. La garganta se estrecha cada vez más y siento que la nuez se hunde dentro de la tráquea oprimiendo las cuerdas vocales. Algo aprieta sin piedad mi cuello, pero no hay nadie, - ¡no hay nadie! -.

Ya no hay presión en la garganta... ya pasó. Respiro profundamente y aliviado, aunque en ningún momento me faltó el aliento. Las circunstancias han cambiado, pero aún sigue siendo de noche y me encuentro en el mismo lugar. Oigo un bullicio lejano originado por ajetreo en las calles de la playa. Es verano. Veo coches aparcando y niños corriendo en la plaza. Entonces, sin ningún motivo, doy tres pasos y salto al vacío de treinta metros que tengo delante de mí. Me siento libre. No caigo, vuelo... Vuelo hacia la azotea más cercana, la del edificio contiguo.

El vuelo es perfecto y seguro. Mis pies han vuelto a su lugar y voy perfectamente vestido y con unos zapatos que no reconozco. La posición de vuelo es vertical, como si estuviera de pie en el aire, y la velocidad constante. La sensación de euforia y bienestar llegó en una sola ráfaga desde el cuello hasta la nuca, terminando con un ligero cosquilleo detrás de la cabeza. Sonrío; no hay sonido... pero no importa; ya no tiene importancia. Puedo volar.

Voy de azotea en azotea recorriendo la playa. A veces bajo al suelo para luego volver a subir. No hay frío, no hay calor, todo está bien. Hago una parada, vuelvo a dar tres pasos... y otra vez la misma sensación de felicidad.

Miro hacia abajo y veo mis pies, el suelo, las calles, la gente paseando; veo la mar, la playa, la espuma blanca de las olas, las rocas oscuras; veo antenas, cables eléctricos, los remiendos en los tejados, las copas de los árboles... Y entonces despierto con una ligera sonrisa, tranquilo, con mi sobrina de dos años abrazada muy fuerte a mi brazo con los ojos enérgicamente cerrados y sonriendo como si ella hubiera volado también.

Tengo que aprender a interpretar los sueños. Creo que Valeria, mi sobrina, ya hacía rato que estaba abrazándome el cuello, siempre lo hace; y lo hace muy fuerte. Supongo que eso tendrá algo que ver con la presión en la garganta que sentía en el sueño... Lo de los pies cosidos al suelo no tengo ni idea.

miércoles, 27 de agosto de 2008

absorto en las incógnitas del amor



Resulta que sentir amor por una persona no significa necesariamente estar enamorada de ella. Y una persona enamorada debe sentir necesariamente amor...

Luego, una vez descifras este enigma, resulta que los científicos explican que el amor -yo siempre he creído que era un sentimiento muy profundo- es un mecanismo fisiológico, adulterado por la dopamina en nuestro cerebro, que nos engaña inyectándonos cantidades ingentes de esta "droga del amor" cada vez que vemos a nuestra pareja o a la posible persona que nos mantendrá inmortales por el método de la reproducción... Y está demostrado que el fin por el que ha evolucionado el amor, no es otro que el de perpetuar la especie; aunque luego algunos la perpetúen más que otros... Y claro está, que este método de perpetuación ha funcionado eficientemente hasta nuestros días; no nos hemos extinguido.

Total, que el fruto muchas investigaciones científicas nos llevan a la siguiente conclusión: "el amor no es un sentimiento tan profundo como pensábamos, y sin la dopamina -que es una sustancia que está directamente involucrada en la adicción a ciertas drogas de exceso- el amor no subsistiría más de lo que le dura a Dinio un Whisky en la mano".

Por otra parte, el amor necesita un mantenimiento -esto sí que lo sabemos- pero lo que necesita es ver, tocar, oír a la otra persona, para generar esta sustancia y así seguir sintiendo amor (nos engancha a esa persona). Por lo tanto, el romanticismo de novela rosa de amar en la distancia, ha caído por su propio peso; amar en la distancia sólo trae dolores de cabeza o nuevas relaciones amorosas. Si bien es verdad, que la separación en el amor duele, genera este dolor por la falta de dopamina en nuestro organismo -como el mono en un yonki-, incrementado además por la ruptura de la planificación hecha por la pareja para el futuro, dirigida totalmente, y a veces inconscientemente, hacia la reproducción y continuación de la especie.

Estudios científicos indican que la duración del sentimiento de amor a nivel mundial es de 3,8 años de media; a partir de este momento el amor se deja de sentir o se transforma en otros sentimientos, como cariño, amistad, etc. Tiempo más que suficiente para: planificar el futuro, comprar una casa y tener descendencia; que es el fin real, y a veces doloroso, para el que se creó el amor... la permanencia en este mundo a través de la descendencia. La inmortalidad.


Un abrazo para Eduard Punset, que no nos da respuestas pero nos indica hacia donde mirar.

humor cien por cien manchego