¿Qué insulto te ofende más?

garfield sin garfield

garfield sin garfield

jueves, 4 de septiembre de 2008

el estrés: la enfermedad del siglo XXI


El estrés no es una enfermedad, nosotros -los humanos- lo convertimos en enfermedad.

Resulta que nuestro cerebro - y el de muchos seres vivos- posee un método para poner en alerta a nuestro organismo en situaciones de estrés, como por ejemplo el ataque de un animal carnívoro que pretende devorarnos o herirnos. Este mecanismo hace que nuestro corazón bombee mucho más rápido, como si estuviésemos corriendo; pone más sangre en los músculos, oxigena el organismo, segrega sustancias que nos quitan el sueño, el cansancio, el hambre. Nos activa todo el cuerpo listo para el enfrentamiento o la huída, preparados para devorar o luchar; incluso paraliza la digestión de los alimentos ingeridos hace poco tiempo (algunos animales evacuan en una situación de estrés para aligerar la huída o el ataque). Nos dispone en un estado de máxima alerta.

El estrés es beneficioso cuando realmente estamos viviendo una situación estresante y presente; cuando pase, nuestro estrés irá disminuyendo (ya ha acabado, no hay porque preocuparse, ya no hace falta la máxima alerta).

Entonces, ¿cuál es el problema? ¿si es un mecanismo de alerta, por qué nos enferma? Bien, el problema está en que nosotros no esperamos a que el peligro sea real y presente. El ser humano es el único animal que es capaz de estresarse simplemente imaginando una situación que todavía no ha empezado; y así puede vivir meses y meses sin que nunca llegue a pasar, pero todos los días pensamos que sucederá mañana, prolongando el estrés en el tiempo. La enfermedad nos invade cuando mantenemos esta situación de alerta máxima en nuestro organismo más tiempo del necesario. Una persona no puede aguantar una presión sanguínea tan alta, durante tanto tiempo, sin sufrir las consecuencias. Los órganos se desgastan a una velocidad vertiginosa. Nuestro sistema inmunitario se debilita...

Un día nos sentamos a pensar qué pasaría si a algún familiar cercano le ocurriera una desgracia... y aún no ha ocurrido, pero simplemente imaginándolo podemos llegar a sentir miedo, tristeza, podemos incluso emocionarnos y llorar; pero todavía no hay razón para preocuparse. Es nuestra increíble capacidad para la imaginación (somos el único animal capaz de imaginar) la que no va acorde con nuestros instintos más remotos. Hay una porción de nuestro cerebro que ha evolucionado a mucha más velocidad que la parte más primitiva; la que estaba ahí antes de que surgiera el primer homo sapiens. Esta situación provoca los conflictos entre el instinto primitivo y la imaginación.

Actualmente, y afortunadamente, ya no nos estresamos por el ataque de un carnívoro; en la sociedad presente, por ejemplo, nos provoca estrés el quedarnos sin trabajo (aunque estemos trabajando), o no poder pagar la hipoteca (aunque la llevemos al día), incluso delegar responsabilidades dentro de nuestra empresa (debo hacer yo el trabajo porque nadie lo hará mejor que yo). Esto, sentir miedo por lo que todavía no sucedió y quizás nunca suceda, nos provoca un estrés sin causa real y por consiguiente la enfermedad del siglo XXI. Entonces vivir la vida día a día, y no pensar demasiado en lo que podría pasar, nos evitará preocuparnos sin motivo. El futuro es algo incierto, no es real, ¿por qué angustiarnos por él?

7 comentarios:

ilu dijo...

Y cuando te preocupas de problemas reales. De situaciones o circunstancias que si están sucediendo, eso también es estrés?

Espero que tú no ne estresas, ya lo hago yo por los dos, aunque yo creo que lo mio no es estrés.

Un beso

javier dijo...

Una situación de estrés real es cuando sufres un atraco o un accidente. Un problema no tiene porque causar estrés.
Aunque si imaginas que esos problemas que tienes te llevarán a una situación límite (por ejemplo quedarte sin casa, en la calle) sí que pueden producir estrés, puesto que para ti ya ha sucedido y no hay solución (aunque todavía duermes en tu casa).

Yo por ahora vivo el día a día. No me estreso. Y por lo que he leído sobre ti creo que tú tampoco...

Un beso.

P.D: Algún día intercambiaremos nuestras direcciones de correo. no?

ilu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
javier dijo...

Quién ha suprimido el comentario?
Aquí se puede escribir lo que quieras... no hay censura.

ilu dijo...

jajajaja, ya veo que no recibes los comentarios en tu correo. te dejé un comentario con el correo y después lo borré para que no fuera público.
Dame el tuyo y te escribo
Un beso

javier dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ilu dijo...

ya te mandé un correo, ya te agregué al msn. ya puedes borrarlo todo.

Dos besos

humor cien por cien manchego